Txus Isabel Sanchis
Serbia presentó ayer su candidatura a ganar el Eurobasket, por si a alguien le quedaba alguna duda. Ganar el primer partido de un torneo siempre es importante, pero más aún contra rivales de la talla de España. Đorđević tenía muy claro a quién debía frenar y cómo lo debía frenar: Pau Gasol. El jugador catalán era para el seleccionador serbio la máxima amenaza en ataque y, como ya hizo Vincent Collet en el pasado Mundobasket, no dudó en colapsar la pintura para frenarle. Un paupérrimo 3/19 en triples hizo el resto.
La pintura estaba prohibida para Pau Gasol ya desde antes de su posible recepción. Esa fue la premisa máxima, que la recepción fuera lo más lejos posible del aro para reducir la efectividad del uno contra uno. Negar el bloqueo directo, colapsar la zona con una defensa cerrada, cambios defensivos, situaciones de 2x1 y ayudas constantes… Serbia demostró ayer que no sólo tiene talento para atacar, porque también sabe sacrificarse en defensa, algo en lo que debe mejorar España, pues concedió demasiados puntos fáciles en transición.
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