Jordi Sampietro
Serbia es la selección que enamoró a todo el mundo en el pasado Mundial, por su manera de jugar, su talento y su corazón.
Como ha dicho en más de una ocasión su entrenador Aleksandar Djorjevic, jugar para la selección es cuestión de respeto y orgullo para el país y devolver el baloncesto a los primeros escalones como en su época dorada que era una potencia casi imposible de vencer y respetada en los 5 continentes.
Aleksandar Djorjevic, seleccionador serbio
De todos es conocido la calidad que tiene los jugadores Serbios en general y más concretamente los jugadores de su selección que disputarán el próximo Eurobasket. Son jugadores con algo especial, que todo el mundo lo llama talento.
Jugadores con una técnica individual muy depurada, unos tiradores-anotadores excepcionales, todo eso hace que sea un equipo muy temible en las acciones de 1c1 que, a la postre, son las que definen todas las situaciones del baloncesto.
Pero por encima de todo esto, es un equipo muy atlético, muy comprometido y con un orgullo descomunal en defender la camiseta Serbia por y para su país.
En este primer artículo me gustaría destacar el compromiso y trabajo que han demostrado en defensa, equipo muy trabajador, difícil de superar en el 1c1, muy activos en las rotaciones defensivas y las ayudas en todas las posiciones.
Con todo esto hace que Serbia esté en disposición de realizar un gran campeonato, pero todos sabemos que un Eurobasket es muy largo, duro e imprevisible. Lo que seguro podremos ver será un equipo de baloncesto en toda su dimensión.
Seguiremos contando y aportando desde Berlín a partir de la semana que viene.
